viernes, 5 de abril de 2013

Paula Sibilia El Hombre postorgánico. Cap II: Tecnociencia .


Paula Sibilia: El hombre Postorgánico

Cap II: Tecnociencia:

En este capítulo, Sibilia, nos permite reflexionar acerca de los factores por los cuales  el hombre se va constituyendo en distintas épocas, no como tiempos y espacios fragmentados, sino como un retrato de que  aquello que lo constituyó a lo largo del tiempo.
Se lee en su obra, acerca de la  existencia de  un entramado de fuerzas en las que  los dispositivos de poder “son” en tanto y en cuanto, tengan base sobre formas de saber. Estas fuerzas que se abren lugar para dar paso  a nuevos modos de ser.
Acerca de Herminio Martins (sociólogo y epistemólogo portugués), lo refiere en su obra ya que considera  que la configuración de hombre hoy tiene su inspiración en la tradición fáustica que pretende superar la condición humana llevando a la obsolescencia a la anterior configuración como cuerpo orgánico y material de origen prometeico. Pero no deja de lado que siempre ambas  han estado presentes  en todas las épocas en el carácter técnico del hombre.
La tradición prometeica surgió como base de bien común de los hombres a través de los conocimientos que ayudaron a  construir una base científico-industrial, de conocimiento puro y una visión instrumental de la técnica. Apuntaban  a la mejora  de la calidad de vida humana. Pero encontró  su límite en el misterio de los dominios divinos como modos de explicar  aquello que no es posible controlar y queda fuera de la racionalidad científica.
En cambio la tradición fáustica entra en escena como un nuevo modo de pensar, de ir más allá de la naturaleza, una forma de cruzar el umbral de la naturaleza humana, volviéndola cognoscible. Intenta no solo reproducir, sino también dominar a la propia naturaleza.
Logra desplazar a la antigua tradición y sus herramientas por otras de tipo electrónicas y digitales para el carácter técnico que ha reinado en el hombre. Un pensamiento cuyo impulso se muestra infinito, insaciable por sobre el cuerpo humano y la propia naturaleza.




INMORTALIDAD: MAS ALLÁ DEL TIEMPO HUMANO 

Pensar la muerte de la propia muerte es posible para la Tecnociencia contemporánea de carácter fáustico que supera los límites  de la vida natural, usando al organismo como materia prima manipulable. Y encuentra para un nuevo tipo de control, un nuevo saber. La biotecnología, la ingeniería genética, la criogénica, entre otros, hacen ver a la muerte de lo biológico, obsoleta. Desplazando cada vez más la finitud de la muerte como punto final y llevándola más allá   de lo imaginable. Los adelantos tecnocientíficos nos ubican, más que como organismos funcionales, como información probablemente conservable.
A través del tiempo la propia definición de muerte se ve alterada, modificada, resignificada como resultado de los propios cambios y nuevos entramados que originan nuevos modos de poder y saber.  Y es que, la inmortalidad con su carácter virtualizante, podría extrapolar el conocimiento más allá del  cuerpo.


VIRTUALIDAD: MAS ALLÁ DEL ESPACIO HUMANO

Las combinaciones de tiempo y espacio en esta nueva era, son puntos importantes. El espacio tal como lo conociéramos desde siempre también se reconfigura y permite en la era digital, atravesarlo de manera rápida al conectarnos y transportarnos a cualquier punto del mundo en cualquier momento. Ya no existen las restricciones de tipo espacial, se sortean barreras y límites geográficos y el tiempo es el aquí y ahora para todo momento.
Pero también esto implica otro mecanismo de control para Deleuze. Ya sin recurrir  a los muros de las instituciones de control, la panóptica presente se canaliza a través de  diversos dispositivos.  Ya  no existe el anonimato,  todos estamos siendo rastreados, controlados, ya nada queda fuera de control. Los límites entre lo público y lo privado son cada vez más finos, casi imperceptible. Cuanto más  seguros nos pensamos , más públicamente expuestos  nos encontramos.





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